sábado, 31 de octubre de 2009

CIUDAD DIGITAL


ERA INFORMATICA

En pocos años y sin mucho apoyo oficial se ha generado una incipiente industria informática en el Perú. Las marcas locales ya compiten con los nombres globales. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer

Una visita a algunas de las áreas informáticas de los grandes centros comerciales puede depararnos sorpresas. En medio de la vorágine de pantallas, CPU y periféricos hoy ya podemos hallar marcas creadas en el Perú, que van ganando espacio frente a los nombres globales. Casi sin darnos cuenta, en los últimos cinco años, el Perú ha visto el surgimiento de una incipiente industria informática, que atiende a empresas y hogares por igual. Su ventaja: la rápida adopción del conocimiento que las corporaciones difunden en los países en desarrollo y la casi inmediata incorporación de lo último de la tecnología.
Sin embargo, cual nacimiento prematuro, la situación de la industria aún es frágil y tiene muchos pendientes que solucionar para consolidarse.



EN CIFRAS
Al cierre del primer semestre del 2009, se vendieron 326.786 computadoras, entre desktops y laptops, en el Perú, según la consultora internacional IDC, especializada en mercados tecnológicos y de telecomunicaciones. Este volumen estaba valorizado en US$239 millones (S/.752 millones).

PERUANOS
“Nuestra idea es ser más eficientes. Respondemos más rápido a la demanda nacional. Esa es nuestra principal ventaja”, explica Juan Quintanilla, gerente de Línea de Negocio de la ensambladora de computadoras Advance, que ocupa el tercer lugar del mercado con más de 24.000 unidades vendidas. Advance es dueña del 7,5% del mercado. Esta empresa pertenece al grupo Deltron, que decidió lanzar su marca de computadoras hace cinco años. Quintanilla explicó que Advance tiene dos plantas de ensamblaje: una de desktops y otra para notebooks. “Vendemos 1.000 desktops y 1.500 notebooks al mes, en promedio”, destacó.

En su calidad de marca nacional líder en ventas, Advance cubre todas las gamas de la oferta de computadoras, que van desde las básicas (el grueso de sus ventas) hasta las más sofisticadas.

“Las empresas nacionales contamos con una gran ventaja respecto a las extranjeras: nuestra oferta es flexible y está más cerca al consumidor local. Reaccionamos rápido ante las nuevas preferencias de las empresas y el público”, comentó. Asimismo, es consciente de que las marcas nacionales pueden repotenciar los productos que no tienen mucha demanda. “Podemos ser más eficientes porque no incurrimos en grandes costos de almacenaje”.

WILSON DA LA HORA
El “boom” del ensamblaje nacional se inició hace unos cinco años, entre las cuadras 11 y 13 de la avenida Wilson, en Lima. El emblemático Compuplaza se ha mantenido como el centro de esta actividad. Con casi un millón de visitantes mensuales, las consultoras internacionales de este negocio consideran que esta zona ya se ha convertido en un “hub” tecnológico, es decir, un centro de concentración de producción y distribución del negocio informático. Sin embargo, en este emporio conviven los negocios serios y la informalidad.

Una de las más sólidas iniciativas de empresas formales de Wilson, que ya se ha consolidado como proveedor de las principales casas comerciales del país, es Integrex, cuya marca Exim se ha posicionado en el segmento de gama alta (última tecnología) entre los buscadores de alto rendimiento.

“Nosotros hemos forjado nuestro nombre cultivando una red de recomendaciones. Ese ha sido el espíritu del trabajo aquí en Compuplaza, y creo, el de toda la industria informática del país”, opina Manuel Amau, gerente general de Integrex.

CLAVES
El rápido desarrollo del ensamblaje se ha sustentado en una serie de factores claves. A decir de los consultados, las políticas de transferencia de conocimiento de los productores globales ha sido crucial para este desarrollo. Incluso, estas iniciativas han impulsado la formalización del sector.

Quintanilla y Amau citan dos casos particulares: Intel y Microsoft, quienes despliegan campañas de capacitación de sus productos entre los ingenieros y ensambladores nacionales, antes de los lanzamientos mundiales.

Como muestra de ello, destacan hechos como el último lanzamiento de Intel, el procesador Core 5, que ya está disponible en las principales cadenas comerciales del país, y del sistema Windows 7 de Microsoft. Este último fue lanzado al mercado el pasado jueves en todo el mundo, pero durante el fin de semana ya se ofrecía en el Perú.

SOFTWARE
A la par con el desarrollo en hardware, la industria del software ha dado un salto. Al cierre del 2008 se vendieron US$160 millones en programas creados en el Perú, 21% más que en el año previo, según información de la Asociación Peruana de Productores de Software (Apesoft). De ese total, US$16 millones se exportaron a mercados como Ecuador y Bolivia.

Yosif Humala, gerente general de Apesoft, estimó además que al cierre del año, las ventas crecerán en 7% y las exportaciones en 12%. “La evolución que hemos visto en el Perú ha sido una respuesta al crecimiento de la economía. Por eso, al igual que en hardware, esperamos una desaceleración este año”, precisó.

La demanda de software nacional está liderada por las empresas financieras, comerciales, y por las entidades públicas. Justamente, algunos de los sectores más dinámicos del país. “Usualmente nos piden aplicativos y algunos servicios especializados. De hecho, no podemos competir en sistemas operativos ni las aplicaciones más comerciales.”, explicó.



PENDIENTES
Pese a lo comentado, la industria informática dista aún de estar consolidada. “La informalidad es un cáncer para nuestra actividad porque disipa el esfuerzo de las empresas formales”, comenta Amau. Por ello, reclama una política gubernamental para incentivar la formalización del sector, que acelere el desarrollo de los centros informáticos. Coincidiendo con ello, Quintanilla reclama que el Gobierno aplique algún mecanismo para proteger esta industria, dado que la fragilidad ante las estrategias de las marcas globales es aún palpable. “Deberíamos tener ciertas barreras, como Brasil. Las grandes empresas internacionales tienen economías de escala y pueden aplastar a la industria nacional si así lo quisieran”, precisa Quintanilla, quien agrega que por ello, se debe alentar a los fabricantes a instalar plantas en el país.

EL SIGUIENTE
paso Efecto transversal
“El siguiente paso, el trascendental para la consolidación de la industria, es que genere un efecto transversal en la economía. Que las pequeñas y microempresas utilicen tecnología y se modernicen. A eso se orienta la política del Estado”, comenta Augusto Mellado, presidente de Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec). Mellado comentó que este desarrollo no pasa exclusivamente por barreras proteccionistas. “En ensam- blaje, debemos buscar la creación de tecnología de propósito especial. En software, impulsar el paso de la producción artesanal a la gran fábrica. Buscar nichos”, resaltó.

A TENER EN CUENTA
Factores del crecimiento

La evolución de la industria del software y hardware en el Perú estuvo vinculada al crecimiento de los últimos años. El crecimiento de las cadenas de ventas minoristas ha impulsado el desarrollo de la industria en provincias.

MI COMENTARIO: Como se sabe hoy en dia esatamos en la era del conocimiento gracias a la creatividad, innovacion y avance tecnologico que avanza a medida que pasa el tiempo, esto hace que se observe un enorme crecimiento economico. Pero como este crecimiento se ha producido de manera desigual este boom informatico que se da en ciertos distritos de la capital se da de manera lucrativa pero tambien para conducir a las personas de menor economia por la senda de una mejor calidad de vida. Ademas la principal ventaja con que cuentanestas empresas del ensamblaje cuentan con una gran capacidad de compra y venta debido a la gran demanda de productos de informatica. Es necesario resaltar que esta evolucion industrial es importante para el pais tanto en el ambito economico como mental.

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